Resulta que hay personas que han hecho mucho por el movimiento Agile a lo largo de los años. Algunas se han alineado muy bien, por así decirlo, con la “corriente oficial” establecida por Jeff Shuterland y Ken Schwaber. Otros han mostrado de forma más o menos evidente algunas diferencias con lo que podríamos considerar el canon de la agilidad; sobre todo de Scrum en particular.
Cuanto más ha transcurrido el tiempo, más y más propuestas de buenas prácticas ágiles y herramientas han aparecido; que han enriquecido el cajón de herramientas de todos los que nos dedicamos a ello. Pero también ha hecho más evidente que no existe una agilidad canónica aplicable a todos los escenarios posibles.
Mike Beedle sorprende por este hecho. Muchos no lo conocen, pero probablemente fue una de las personas más importantes en la construcción de lo que hoy entendemos como Marco de trabajo Scrum. Si te diriges al agile manifesto lo encontrará como firmante original del primer manifiesto, junto con los nombres mucho más conocidos, como Martin Fowler, Ken Beck, y los ya mencionados Jeff y Ken.
Mike Beedle, doctorado en física teórica, progresivamente condujo sus conocimientos hacia la ingeniería de software. Ambas vocaciones le permitieron destacar en la comprensión de sistemas complejos y la gestión eficiente de estos entornos. Fue el coautor del Agile Manifesto, que como sabemos, marcó los principios fundamentales de lo que hoy conocemos como desarrollo ágil. También fue autor de muchos artículos y publicaciones sobre agilidad y el marco de trabajo Scrum. Probablemente, su publicación de referencia es Enterprise Scrum: An Adaptive Method for Project Success, publicado en 2013 por Addison Wesley.
Beedle destacó especialmente en que la agilidad no es únicamente una cuestión técnica, aplicable sólo a la parte más operativa de la cadena de producción. Algo que ahora hemos aprendido todos sobradamente, pero que a principios de 2000 no se veía así, y Beedle fue un pionero en este aspecto. La agilidad llevada más allá del equipo, y aplicada a toda la organización, es una parte fundamental de la obra de Mike Beedle. En este sentido, fue un pionero en el que hoy se conoce como Scaled Agile.
También, y entrando un poco en su personalidad, mostró una clara convicción en la defensa de las obras colaborativas, el creative commons y el más amplio alcance del concepto de transparencia. Todo ello como parte de un ecosistema que permite a la sociedad compartir conocimiento y realizar grandes avances en innovación. Y probablemente este hecho definió muy bien su papel en la agilidad, basada en la discreción y colaboración; y el porqué no es hoy tan conocido como merece.
Mike Beedle murió prematura y abruptamente en el 2018, dejando detrás de él un legado que va más allá de su obra, ya que dejó una forma única y auténtica de ver la agilidad, la colaboración y la transparencia, como los ejes esenciales para cambiar a las organizaciones.
Algo que sorprendía de Mike Beedle era su excelente conocimiento del Español. Desgraciadamente, no hay muchos vídeos en los que poder ver intervenciones suyas. Pero hay uno que tiene especial importancia, no únicamente porque Mike hable en español, sino por lo que dice en él. Encontrarás el enlace del vídeo al final de este artículo.
Entre otros, podemos encontrar aportaciones muy valiosas, como:
Dos aspectos clave de las nuevas organizaciones:
1. Innovación continúa.
2. El cliente en el centro
Scrum es más antiguo de lo que dice la bibliografía.
Scrum hereda directamente de Lean development y Kaizen ya en los años 50
Solamente ante una crisis, la gente y las organizaciones están dispuestas a cambiar
La 3a revolución ágil consiste en la transformación del negocio
por encima de organizaciones y equipos
Todas las tendencias ágiles convergen.
El objetivo es común, y las semejanzas son más importantes que las pocas diferencias
La aplicación de la agilidad es muy dependiente de la cultura social
del país y de la organización. En países basados en jerarquías organizativas
están acostumbrados a ser reactivos y esperar órdenes. Esto dificulta
la aplicación de Scrum. Mientras que en los países escandinavos,
el 80% de las empresas aplican Scrum
Referente a la última cita de la sección anterior, es un hecho que existen culturas que muestran una mejor afinidad que otras con las tendencias ágiles. Las organizaciones no son más que un reflejo de la sociedad en la que están ubicadas. De cómo es una sociedad y sus miembros dependerá mucho de cómo esta sociedad se enfrenta a los retos de innovación y adaptación.
Algunos aspectos relevantes a tener en consideración son:
Aquí imagino que cada uno puede extraer sus propias conclusiones. ¿Cómo es nuestra sociedad? ¿Jerárquica, reactiva, individualista y monocrónica? o ¿Colaborativa, proactiva, tolerante y policrónica?
No me atrevo a decir cómo es por lo general mi país. Sobre todo porque hay muchos matices que escapan a mi capacidad. Pero cada uno de nosotros puede establecer si nuestra organización es o no es jerárquica, si nuestros equipos y personas son individualmente más o menos individualistas, y si la actitud de los miembros del equipo es más o menos reactiva o proactiva. Si existe tolerancia a los cambios, y si estos cambios son percibidos con resistencia o con voluntad de adaptabilidad.
De cómo sean tus respuestas a estas preguntas, te dará información crucial respecto al grado de esfuerzo necesario en la implantación de buenas prácticas ágiles. Y, por qué no decirlo, de tus probabilidades de éxito en esa transformación.
(*) La policronía es una concepción del tiempo que se caracteriza por ser flexible y circular, en la que múltiples eventos pueden ocurrir simultáneamente. En las culturas policrónicas, se priorizan las relaciones interpersonales sobre los horarios estrictos y se favorece la adaptabilidad a los cambios de planes.